La ingeniería debe ser atractiva para los jóvenes

El presidente de TECNIBERIA, Joan Franco, en Tribuna abierta para el Diario ABC. 

La ingeniería española no está bien pagada por diversas razones, que no permiten la justa retribución de sus plantillas profesionales. 

Tecniberia, patronal española de Empresas de Ingeniería, Arquitectura y Servicios Tecnológicos, nacida en 1964, acoge a 80 compañías de distintos sectores de actividad y distinta procedencia. Su misión es ser la voz de los ingenieros consultores y mantener una relación preferente con la Administración y las empresas privadas para superar los enormes desafíos que nos depara la situación actual. La ingeniería española forma parte del grupo de ingenierías más relevante del mundo. Cuenta con una amplia presencia en mercados de los cinco continentes y participa en los proyectos más icónicos e innovadores que se están llevando a cabo en la actualidad.

El papel de la ingeniería es crucial en la coyuntura actual en la que la sociedad en general debe hacer frente a enormes retos como la descarbonización, la sostenibilidad social y ambiental, la transformación digital y el cambio climático.

Ante esta oportunidad que se nos abre, es fundamental que desarrollemos las capacidades de nuestros jóvenes en formaciones del mundo STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics). Vamos a necesitar estos perfiles profesionales que están escaseando en los últimos años.

En la ingeniería española estamos empeñados en hacer atractivas nuestras empresas para la gente joven, incluso para nuestros niños y niñas en edad escolar, explicando en las escuelas qué hacemos, cómo lo hacemos y con qué finalidad. A edades tempranas se fraguan vocaciones embrionarias. Sin estos futuros profesionales seremos incapaces de mantener nuestra hegemonía ingenieril en el mundo. El porfolio de capacidades de la ingeniería española es muy extenso y suficientemente atractivo para captar la atención de nuestros jóvenes. Una vez incorporados en las empresas, debemos seguir con la formación continua en aquellos campos de actividad que requieran de habilidades adicionales a las proporcionadas durante su formación universitaria.

Además, deberán ser retribuidos de forma justa para evitar fenómenos como el ‘brain drain’ (fuga de cerebros) hacia mercados exteriores u otros sectores empresariales. Desgraciadamente, la ingeniería española no está bien pagada por diversas razones, que no permiten la justa retribución de sus plantillas profesionales. Entre esas razones de fondo están la dotación presupuestaria insuficiente de muchos contratos; la excesiva ponderación del componente económico de las ofertas frente al componente técnico; la proliferación de ofertas a la baja, incluso temerarias, por unos criterios de licitación desfasados en el tiempo y poco acordes con los establecidos en los organismos internacionales; la no reintroducción de las cláusulas de revisión de precios y la excesiva utilización no justificada de los medios propios del Estado para realizar tareas perfectamente asumibles por el sector privado.

Es obvio que los ingenieros jóvenes están interesados por mucho más que por la retribución que reciben de las compañías en las que trabajan, pero no es menos cierto que ante una injusta e inadecuada retribución optan por buscar acomodos profesionales que satisfagan mejor sus expectativas, de presente y de futuro. Hagamos posible entre todos, empresas y administraciones públicas, que nuestras ingenierías sean capaces de generar y retener talento que, sin duda, lo tenemos en casa.

Tribuna abierta en el Diario ABC. 01/08/2023

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