La ingeniería al servicio del planeta

Rocío Dañino, responsable de Sostenibilidad y Desarrollo Humano en el Grupo INCLAM, en calidad de experta de Tecniberia. (Artículo publicado en la revista Agua y Medio Ambiente de El Economista).

En el año 2015, los países miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual se basa en 17 Objetivos (17 ODS) y 169 metas que los gobiernos se han comprometido a cumplir. Con el fin de promover la implementación de esta agenda, la iniciativa del Pacto Mundial de la ONU busca involucrar activamente al sector privado en la consecución de estos objetivos. Por primera vez no sólo se reconoce a las empresas como a un actor más del desarrollo, sino como a un actor clave y protagonista del mismo.

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Los ODS se han convertido en una hoja de ruta hacia la sostenibilidad y en una fuente de inspiración para pensar en maneras diferentes de hacer las cosas. Esto significa que ahora las empresas no sólo tienen la posibilidad de impactar positivamente en los ODS a través de su quehacer empresarial y sus actividades core, sino que además los retos de la Agenda 2030 son una oportunidad para innovar, para crear nuevas líneas de negocios, nuevos productos y servicios, y establecer alianzas -gobiernos, multilaterales, universidades, ONG- para diseñar y ejecutar proyectos de desarrollo que contribuyan a cumplir las metas y los objetivos.

Los 17 ODS abarcan los distintos retos a los que nos enfrentamos como planeta y conocerlos es el primer paso para poder contribuir e involucrarnos con la Agenda 2030.

Una vez hecho esto, la Guía para la Acción Empresarial en los ODS nos sugiere tres pasos a seguir:

1. Definir las prioridades -elegir ODS, metas e indicadores-

2. Analizar y medir -definir objetivos de mejora-

3. Implementar y reportar -reportar progreso anual-

Lo primero que hay que hacer es elegir a qué ODS apuntar. Para ello, es necesario tener en cuenta el modelo de negocio, la cadena de valor y responder a estas dos preguntas: “¿en qué ODS impactan positivamente mis actividades empresariales? ¿y negativamente?”. Ya sea reduciendo el impacto negativo, o incrementando el positivo, se recomienda elegir un máximo de seis.

Como empresas asociadas a Tecniberia, y por tanto vinculadas al mundo de la Ingeniería, la consultoría y los servicios tecnológicos, lo más común es centrarse en objetivos como: Industria, innovación e infraestructura: Ciudades y comunidades sostenibles, Agua limpia y saneamiento, Energía asequible y no contaminante, Vida de ecosistemas terrestres y Acción por el clima.

Lo siguiente es identificar en qué metas se puede incidir. Cada ODS incluye una serie de metas, por lo que es importante conocerlas, analizarlas y determinar en cuáles realmente se tiene capacidad de incidencia. Por ejemplo, si una empresa tiene como línea de negocio principal la energía renovable, sin duda contribuye directamente al ODS7: Energía asequible y no contaminante. Dentro de este objetivo, de acuerdo a las prioridades, actividades y lugar de las operaciones, se puede tener mayor incidencia en acceso, en generación, en eficiencia, o en transferencia tecnológica.

Rocio

También hay que elegir los indicadores que nos permitirán medir las contribuciones. Este tema puede resultar engorroso. Sin embargo, la página del SDG Compass ofrece una completa batería de posibles indicadores por lo que solo hay que elegir los que tienen que ver con los ODS y metas priorizadas, procurando seleccionar aquellos que ya se utilicen internamente para reportar.

En esta etapa se arma la estrategia interna y se definen los propios objetivos de mejora que han de ser SMART: específicos, medibles, alcanzables, realistas y con una fecha límite de cumplimiento. Además, es fundamental establecer un año base, sobre el cual poder evaluar la mejora.

Una vez definidos los objetivos, hay que comunicar estas aspiraciones y empezar a trabajar activamente para conseguirlos. Si una empresa quiere reducir sus emisiones totales, sin duda tendrá que llevar a cabo una serie de acciones que le permitan alcanzar la meta propuesta. Para ello hace falta la implicación de todos los empleados y un liderazgo activo de la alta dirección de la empresa.

Las alianzas intersectoriales para el desarrollo y la innovación son dos elementos que contribuyen a lograr los objetivos planteados. Tecniberia, consciente de ello, ha incorporado el ODS17 en el plan de acción de su Comisión de Medio Ambiente, creando además un grupo de trabajo específico para analizar la medida de los ODS en ingeniería.

Finalmente, lo que no se mide no existe, y lo que no se comunica, tampoco, así que cada año hay que medir el progreso de los objetivos planteados y comunicar los avances.

Este es el momento de echar la vista atrás, y ver si las acciones que se planificaron se han implementado y han dado los frutos esperados.

Tanto si ha tenido una buena cosecha, como si aún hay que seguir sembrando, es importante reportar los avances, o retrocesos. Un gran número de empresas ya elaboran memorias de sostenibilidad, por lo que el ejercicio de reporte de progreso de los ODS resultará mucho más sencillo. En caso de dudas acerca de cómo reportar, la Global Reporting Initiative (GRI) la metodología de reporte de sostenibilidad más utilizada, y el Pacto Mundial, lanzaron recientemente una guía para reportar los ODS para facilitar este cometido.

Recordemos que el propósito de todo esto es que las empresas sean mejores “para el mundo”, que implanten modelos de gestión responsable regidos por los diez Principios del Pacto Mundial, y que puedan evaluar y demostrar cómo sus actividades contribuyen positivamente a los ODS. Estamos convencidos de que a lo largo del camino, se presentarán muchas oportunidades para colaborar, innovar y seguir generando más impacto.

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