Joan Franco, presidente de Tecniberia: «La descapitalización de la ingeniería es un problema de país»

  • «El sector de la ingeniería creció en 2022 y lo hará en 2023 y 2024 por los fondos Next Gen»
  • «Hemos propuesto una salida amistosa a Ineco y Tragsa; no es admisible que el Estado limite el desarrollo del sector privado»

 

26 de mayo, 2023, El Economista – Javier Mesones. 

Joan Franco, presidente de Tecniberia, la patronal que acoge a 72 empresas de la ingeniería, la arquitectura, la consultoría y los servicios tecnológicos con una facturación conjunta de alrededor de 5.000 millones de euros, de la que el 70% procede del exterior, y 50.000 empleados, subraya en una entrevista con elEconomista.es que «2022 ha sido un año de crecimiento y 2023 también lo será», e incluso alarga lo alarga hasta 2024.

Un escenario que deriva, según explica, de «la aportación de los fondos europeos Next Generation», que han propiciado que «aumente la licitación pública y, consecuentemente, la contratación». Ahora bien, este contexto de mejora de la actividad en España llega después de una crisis, la de 2007, de la que «aún no habíamos acabado de salir cuando apareció el Covid, que impactó de lleno a las compañías».

Al sector de la ingeniería los fondos Next Generation «están llegando a través de la licitación ordinaria», pero «a la economía en general, a través de convocatorias». Para Franco, España debería «haber hecho un equipo mucho más diverso a la hora de gestionar estos fondos, como se ha hecho en Italia, y no tan centrado en la Administración Pública, con poca participación de la Universidad y del sector privado». Además, esperaba «bastante más inversión en infraestructuras» y con un mayor uso de asociaciones público-privadas, «una fórmula que se ha utilizado poco y era una ocasión excepcional para hacerlo», lamenta.

En todo caso, los fondos para la Recuperación, Transformación y Resiliencia servirán para «recuperar la economía de una bestialidad, de una guerra como un virus, para transformarla, digitalizarla e introducir el vector ecológico, y para hacerla más resiliente, menos vulnerable a los vaivenes que ocurren en el mundo».

«Creo que muchos de los objetivos de los fondos se van a conseguir», subraya Franco. «En nuestro sector ya empieza a haber contratos específicos de digitalización de infraestructuras y para el tema de la transición ecológica todo el mundo está mejorando sus ofertas en base a la reducción de gases de efecto invernadero», resalta.

Entre los retos que atañen directamente a la ingeniería, que tiene una dimensión «transversal», Franco refiere las infraestructuras de transporte, de agua y hospitalarias, las energías limpias o la edificación, que «en España es responsable del 30% de la huella de CO2» porque «tiene uno de los parques de viviendas más antiguos de Europa». «Tenemos que trabajar muchísimo en nuestro parque de viviendas para mejorar su eficiencia energética», abunda.

  • «Hemos impugnado otro contrato de Aena porque sigue usando la subasta electrónica»

 

En España, el sector de la ingeniería se ha delatado históricamente como «muy atomizado» y, además, desde hace unos años grupos internacionales, de países como Estados Unidos, Bélgica o China, han absorbido empresas españolas. Una realidad que Franco no descarta que continúe. «Me gustaría que no fuese así, que fuese al revés, y que grupos españoles saliésemos fuera a comprar compañías extranjeras», asegura. «El sector de la ingeniería está muy atomizado porque le cuesta crecer», advierte. «Es un sector que tiene unos márgenes muy bajos, los ha tenido siempre, incluso en épocas gloriosas (de inversión pública)», denuncia. «Esto -añade- da lugar a compañías poco capitalizadas que son muy asequibles a inversores extranjeros», agrega. «Las empresas grandes y medianas pierden dinero en España y las pequeñas están con márgenes inferiores al 2%», apunta. «Hemos de intentar hacer crecer el músculo de los recursos propios de la ingeniería española», avisa. Y para ello, señala, es necesaria, por un lado, más inversión pública, pero también «unas condiciones de actuación en el sector que permita a las empresas obtener mejores resultados».

Entre esas condiciones están los pliegos de contratación pública. El sector logró años atrás que la oferta técnica pesara más que la económica, en una proporción del 60/55%-40/45%%. Esto moderó las bajas, que llegaban al 60% del presupuesto base de licitación, pero aún hoy alcanzan niveles por encima del 30%. «Hemos mejorado, pero estamos mal», alerta Franco. A su juicio, la fórmula vigente todavía «incita a ser más baratos, porque la oferta económica pesa mucho». Por ello, reclama que, como hacen muchos países y los organismos multilaterales, la ponderación técnica sea del 80% y la económica del 20%. «No estoy pidiendo que se elimine la ponderación económica, en absoluto, creo que es un criterio de decisión, pero lo que se está comprando es conocimiento técnico, que es lo que se tiene que valorar y lo que debe primar; y primar no es el 60%-40%, es lo que hacen los multilaterales», remarca. Así se lo ha trasladado Tecniberia al Gobierno, por ahora sin éxito. Una demanda que va más allá en el caso de Aena, con la que se enfrenta desde hace años por el uso de la subasta electrónica. A pesar de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) ha dado la razón a la patronal, «Aena sigue haciéndolo y hemos vuelto a impugnar otro contrato».

La consecuencia de «tener un sector de ingeniería poco rentable es que sea poco magnético respecto a la gente joven, ya que tiene poca capacidad de pagar salarios justos». «El sector se está descapitalizando, cada vez hay menos estudiantes de ingeniería, y eso ya no es un problema del sector, es un problema de país, porque el mundo de la ingeniería está muy asociada a la innovación y, en definitiva, beneficia a la economía», afirma. «De los 10 países más innovadores siete son europeos y los otros tres son Corea del Sur, Singapore e Israel. Para encontrar a España hay que ir al puesto 30», lamenta.

Conflicto con Ineco

El presidente de Tecniberia confirma que la junta directiva ha decidido que Ineco y Tragsatec, filial del Grupo Tragsa, dejen de ser empresas adheridas a la organización, de la que forman parte desde los años 70 y 80, respectivamente, como adelantó elEconomista.es el pasado 16 de mayo, y establecer un nuevo marco de relación entre la asociación y estas dos ingenierías públicas.

Una medida que se ha tomado por la competencia desleal que las dos ingenierías públicas, medios propios de la Administración General del Estado, ejercen con el sector privado. Se trata de una batalla histórica para las ingenierías privadas que se ha agudizado en los últimos tiempos. Joan Franco incide en que desde Tecniberia «no tenemos nada contra Ineco y Tragsatec, que son dos grandes empresas, sino contra la manera en que se está utilizando el medio propio por parte de la Administración». «Entendemos que el Estado tiene que tener medios propios por razones de seguridad o urgencia, pero no es admisible que el Estado limite el desarrollo del sector privado», advierte.

Relación a través de un MoU

«Desde Tecniberia, a raíz de la actuación que el Estado está teniendo con ellas (Ineco y Tragsatec) les hemos pedido cortar esta relación, no porque tengamos nada contra ellos, pero es que no se entiende tener bajo el mismo techo empresas que de manera clara, sobre todo Ineco, están haciendo una competencia desleal». «No puede ser que contratos que el sector privado los puede hacer y bajo criterios de competencia los adjudiques directamente a un medio propio; no tiene ninguna explicación», lamenta el presidente de la patronal de ingeniería.

Franco precisa que desde Tecniberia se les ha propuesto «una salida amistosa y mantener una relación bilateral a través de un MoU (Memorando de Entendimiento)» que articule una relación bilateral de colaboración, por la que, por ejemplo, si quieren asistir a las reuniones de negociación del convenio laboral podrán hacerlo, pero no como asociadas a la asociación», explica.

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