Tecniberia crea una comisión con el Grupo Tragsa para objetivar la oferta técnica

Ambas instituciones muestran su preocupación por la baja valoración de la oferta técnica frente a la económica

Tecniberia, asociación española de empresas de ingeniería, consultoría y servicios tecnológicos, ha mantenido un encuentro recientemente con el Grupo Tragsa en el que ambas entidades han acordado formar una comisión conjunta para analizar un sistema que permita objetivar la oferta técnica y defender este planteamiento ante la Administración.

Por parte del Grupo Tragsa, acudieron el presidente, Jesús Casas, y la jefa del Gabinete de Presidencia, Imelda Pinilla. En representación de Tecniberia, asistieron el coordinador de la Comisión de Medio Ambiente, Alfonso Andrés, los miembros de la Comisión de Medio Ambiente, Rosalía Gil-Albarellos, y Fernando Ruíz, y Alberto Martínez, responsable de Gestión.

Tecniberia y Grupo Tragsa muestran su preocupación por la baja valoración de la oferta técnica frente a la económica y las consecuencias que ello conlleva en relación a la reducción de la calidad e incremento de costes y tiempo en las siguientes fases del proyecto. Por ello, el presidente del Grupo Tragsa advierte de que no compensan los riesgos que supone una reducción económica elevada. Por otra parte, recalca que el recurso a la subcontratación debe minimizarse, en la medida de lo posible, en un ente instrumental que tenga la condición de medio propio de la administración como el Grupo Tragsa. En esta línea, aboga por una vía de diálogo apoyando en todo momento los principios de igualdad, libre concurrencia y mérito incidiendo en la necesidad de que prevalezca el importante papel de la ingeniería para la generación de riqueza y la capacidad de exportación. Asimismo, desde Grupo Tragsa señalan que el objetivo de la entidad no consiste en generar beneficios, en tanto que el escenario de encargos no los recoge.

Con respecto a los planes de TRAGSATEC en el mercado internacional, el posicionamiento es claro: “no son ni deben ser una empresa privada” y por tanto no sería razonable ni deseable la improbable imagen de una empresa española pública, medio propio instrumental de la Administración, licitando en competencia con otras empresas privadas españolas.

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